Vuestro ciclo DeCine (v.o.s) ha decidido regalaros una maravillosa proyección que teníamos guardado en la recámara. Tod@s aquell@s que no conozcáis el film os lo recomendamos fervientemente. Y, a los much@s fans que tiene (que también existen) os convidamos a revisionar esta OBRA MAESTRA, en grata compañía. Sesionaca!!!
Viernes 14 de marzo, 22h, PANGEA: “Stalker” 1979,
Andréi Tarkovski, Unión Soviética. Esta película es conocida como “La
Zona”, pero titulada en inglés, Stalker, que significa furtivo. Nos
hallamos ante la historia de un viaje de ciencia ficción
post-apocalíptica. Tres hombres: Stalker, el Escritor y el Profesor en
busca de una habitación con la capacidad de conceder los más recónditos
deseos de una persona. Como marco una zona que fué evacuada, cerrada y
resguardada por un cerco militar. Rodada en Tallín, capital de Estonia y
sus alrededores en una central hidroeléctrica abandonada y una planta
química. Andréi Tarkovski es uno de los más grandes directores de cine
sovíetico y víctima en su época de una “caza de brujas” dada la
controversia que causaban sus películas. Stalker es un claro ejemplo,
tuvo que ser filmada dos veces porque el primer original se “perdió” en
un accidente. Acosado por las estrictas normas que le imponían Tarkovski
acabó exiliándose a Suecia en 1983.
Para quiénes no estén acostumbrad@s a su estética os la resumo: tomas largas de intensa carga filosófica, mezcla de escenas en color y blanco y negro, imagénes-símbolo, entre ellos siempre el agua. Añadir que el padre de Tarkovski, poeta, lee dos de sus poemas durante el film coincidiendo con escenas de profundidad emocional. También destacar el papel de la banda sonora en la que Tarkovski difuminó la diferencia entre música y sonido porque creía que en una película de consistencia completa, la música era reemplazable por sonidos. Completa, esta es la palabra. Hay algo en Stalker altamente sensitivo, un goce del tiempo similar a la contemplación de la lluvia tras una ventana. Sí, lo confieso, yo soy una fan de esas raras…Nos vemos!!!
Para quiénes no estén acostumbrad@s a su estética os la resumo: tomas largas de intensa carga filosófica, mezcla de escenas en color y blanco y negro, imagénes-símbolo, entre ellos siempre el agua. Añadir que el padre de Tarkovski, poeta, lee dos de sus poemas durante el film coincidiendo con escenas de profundidad emocional. También destacar el papel de la banda sonora en la que Tarkovski difuminó la diferencia entre música y sonido porque creía que en una película de consistencia completa, la música era reemplazable por sonidos. Completa, esta es la palabra. Hay algo en Stalker altamente sensitivo, un goce del tiempo similar a la contemplación de la lluvia tras una ventana. Sí, lo confieso, yo soy una fan de esas raras…Nos vemos!!!
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